Recuerdo como si fuera ayer mi viaje a Neltume, una pintoresca localidad situada en la región de Los Ríos, en Chile. Fui atraído por las historias que escuché sobre la abundante cantidad de truchas arcoíris que habitaban en sus aguas claras. Como entusiasta de la pesca, la idea de lanzar mi línea en aquellas aguas era irresistible.

Me levanté en la tarde de una siesta, después de una noche de descanso en una cómoda cabaña arrendada. Empacando mi equipo de pesca, mis ojos se centraron en mi confiable caña de spinning de 2.1 mts. Este método, también conocido como pesca estilo spinning, es especialmente eficaz cuando se trata de atrapar truchas, por lo que esperaba tener un día lleno de emociones.

Al acercarme al río, me asombró la belleza de sus aguas cristalinas, donde se veía el fondo del río, compuesto en gran parte por restos volcánicos, una reminiscencia de la poderosa actividad geológica de la zona. Las historias no mentían, la cantidad de truchas era abundante y, aunque la mayoría no superaba los 500 gramos, cada captura prometía ser un desafío.

A medida que caía la tarde, una multitud de insectos comenzó a poblar el aire. Este fenómeno, aunque podría ser molesto para algunos, era una bendición para un pescador de truchas, ya que estas criaturas se alimentan de insectos que caen al agua. Podía ver cómo las truchas saltaban para atrapar su comida, un espectáculo realmente cautivador.

Después de varias horas, finalmente pesqué dos hermosas truchas. Sin embargo, también capturé una pequeña trucha que tenía el hocico dañado por mi spinner de pesca. Recordando la importancia de la pesca responsable, liberé al pequeño pez de vuelta al río para que pudiera curarse y crecer.

Una vez terminada la jornada de pesca, decidí explorar un poco más Neltume. Me dirigí a Puerto Fuy, un lugar conocido por su feria costumbrista. Este era el lugar perfecto para experimentar la rica cultura de la región. Probé empanadas recién hechas y sopaipillas, una especie de pan frito que resultó ser deliciosamente crujiente. Las personas eran amables y acogedoras, lo que añadió un toque más de encanto a mi experiencia.

La belleza de Neltume no solo radica en su abundancia de truchas, sino también en la tranquilidad que proporcionan sus campings cercanos y la calidez de su gente. A medida que se acercaba el final de mi viaje, sentí una mezcla de satisfacción y melancolía. Sabía que, aunque me iba, definitivamente volvería a este rincón mágico de Chile.

Este viaje a Neltume me dejó un profundo respeto por la naturaleza y una apreciación aún mayor por la pesca. Cada trucha, cada insecto, cada piedra en el río es un recordatorio de la importancia de la conservación y la responsabilidad que tenemos como pescadores de mantener este equilibrio delicado. La pesca no es solo una afición, sino un pacto entre nosotros y la naturaleza. Y con cada línea que lanzamos, renovamos ese pacto.